La existencia de un ser humano es una existencia solitaria.

Al final del día, todos estamos solos.

Sin duda, podemos hablar con otras personas acerca de cómo nos sentimos, pero todo este intento de comunicarse, deja algo atrás. No siempre podemos transmitir nuestros sentimientos, ideas o experiencias con exactitud.

Algunas personas son más dadas a aliviar su soledad transmitiéndola a sus seres más cercanos.

Para ellos, la soledad es un sentimiento fugaz que los visita muy de vez en cuando.

En cambio, para otros, la soledad es una maldición, una sombra que los sigue todo el tiempo, y esto hay que evitarlo.

La soledad se ha asociado con una variedad de emociones diferentes.

Las personas que se sienten solas, lo describen como doloroso, y se asocia fuertemente con los sentimientos de depresión, baja autoestima...

Estar solo durante mucho tiempo no es bueno, en el fondo, los seres humanos somos animales sociales, que nos necesitamos unos a otros, para conectar, transmitir, enamorarse....

Cuando durante tu vida, pasas etapas de frustración o soledad, debes vivirlas como tal, reflexionar y buscar lo positivo de ese momento, estas atapas son habituales.

En cambio, cuando esta etapa se alarga demasiado, y la sensación de soledad perdura, aún cuando estás acompañado, debes comentarlo con algún profesional que te ayudará a salir de ese bache y a comunicarte y disfrutar de la compañía de los demás.